Interview to Javier Cosmen, author of the book "No es Sólo Rock and Roll. Los Rolling Stones en España" to the magazine "Punto de Encuentro", from the Complutense University of Madrid. I´m sorry but it´s only in Spanish.
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www.puntoencuentrocomplutense.es]
Emma Gutiérrez-Entrevista
No conseguía un libro que satisficiera sus intereses y decidió hacerlo él mismo. Javier Cosmen nos cuenta los entresijos de su obra No es Solo Rock & Roll. Los Rolling Stones en España, en la que consigue relacionar los éxitos de la banda con la evolución sociológica de nuestro país.
- En el libro intentas recopilar los últimos 45 años del grupo. ¿Ha sido difícil condensar en tan sólo 228 páginas la historia de los Stones?
Bueno, no mucho. Yo llevo coleccionando desde los 11 años y tenía un montón de cosas. He recopilado siempre recortes de periódicos,libros, etc.…Todo eso lo he ido guardando y lo tenía muy bien clasificado. La verdad es que había bastantes cosas y he tenido que sacar incluso anexos, pero no ha sido difícil.
- ¿Por qué comenzar el libro justo con su primer concierto en España, en 1976?
Realmente empieza un poco antes, porque lo que he hecho ha sido centrarlo todo en las visitas del grupo. Simplemente es por la primera visita que hicieron aquí, que fue en el 76, en Barcelona.
- ¿Cuál crees que es el motivo para que los fans españoles no tuvieran tanto interés en la mítica banda cuando volvían en 2007?
Sobre todo, las cancelaciones. Las cancelaciones que hicieron mosquearon mucho a la gente. Tú compras tu entrada, que cuesta un dineral, y viajas, pues ellos llevan gente de todo el país. Te desplazas y, cuando estás, allí, te enteras a última hora de que han suspendido el concierto.
Eso en realidad le pasa a todos los grupos, pero si tú te haces un viaje, como en mi caso fue a Valladolid, que cuando lo cancelaron estaba ya en el hotel, tienes que pagar la estancia para luego venirte con las manos vacías.
No creo que la gente diera la estampida por otra cosa, pues la gente consume mucho la historia. Era como decir “Los Stones, hay que ir a verlos”.
- Te declaras fan de los Rolling. ¿Era este libro un reto personal?
Lo de fan incondicional lo fui en un principio. Desde que a mí me gustan, ha ido pasando el tiempo y he evolucionado como persona. Al principio, yo era un fan incondicional. El valor que tenían era que ellos eran diferentes a todos los demás. Cuando a mí me gustaba ese grupo, al resto le gustaban otras cosas más comerciales. Entonces yo me sentía diferente.
Luego ya va pasando el tiempo y vas consumiendo más música, tu criterio y tu personalidad van madurando, y ya llega un momento en el que dices: esto no es para tanto. Tiene mucho mérito, pero hay otros grupos técnicamente mejores.
El libro está hecho con esa perspectiva. No he querido en ningún momento hacerlo como un fan incondicional, porque si no sería un aburrimiento. Quería hacerlo dirigido a dos clases de público: el fan de verdad, que puede encontrar en él toda la información que desee, y para toda la persona que está interesada en ese libro, que simplemente vea una evolución social en España.
En cuanto al reto, sinceramente, sí. Nunca antes había habido una publicación como esta. Yo no la encontraba. Quería tenerlo, y al final me lo tuve que hacer yo solo.
- ¿Entonces recomendarías el libro a cualquiera que tuviera un poco de interés por la música?
Sí, claro. Lo que he querido reflejar es, por un lado, las cosas buenas y malas del grupo, porque no son tan buenos ni tan malos como se les ha pintado. La evolución de la sociedad española es muy curiosa. En el año 1976, teníamos una democracia muy reciente. La gente que fue a verlos a la Monumental de Barcelona, era gente sin dinero, hubo disturbios en la plaza con los grises… Costaba 900 pesetas, que ahora serían 5 euros, pero entonces era carísimo. Toda esa gente eran representantes de su rebeldía.
Podría pasar ahora, que estamos aquí con lo del 15-M. Si sale un grupo que reivindica todo lo que están intentando reivindicar ellos, tendría toda la aceptación del mundo.
Luego fueron creciendo y cuando ya vinieron en el 82 o en el 90, incluso hay una foto de Mick Jagger con Felipe González en la Moncloa. Ya en esa época ellos eran gente con mucha pasta, que habían sido unos ‘golfos’ y ya lo de la rebeldía como que era una anécdota.
Más adelante hubo otras giras, pero en la del 2003 te das cuenta de cómo todo el mundo tenía que ir a ver a los Stones porque eran míticos. A ti a lo mejor no te gustaban, pero se preguntaban ¿Cómo me voy a morir sin ver a los Rolling en directo?
Para mí eso es una contradicción. Si no me gusta un grupo, por muy mítico que sea, yo no tengo por qué ir. Yo veía a chicas en esos conciertos de 2003 con sus tacones, super guay, y eso era el rollo más ‘in’.
En 2007, la gente los tachó de viejos. Quedaron incluso entradas sin vender.
Todo esto dice mucho de la sociedad española. Si a ti te gusta o no un grupo, da igual. No hay porqué ir a verlo o porqué tirarlos a la basura por viejos o feos, como se les llegó a catalogar.
Intento analizar las dos partes. A los músicos, porque han hecho cosas que no son muy lógicas, por la publicidad que llevaban, y a la gente.
- ¿Puede ser un poco error de todos? Es decir, de la gente por querer saber más allá del tema profesional, y de los músicos por aprovechar su fama para sacar beneficios de algo que no es su trabajo.
Claro. Ellos, lo que han vendido siempre, ha sido que han conseguido un nivel de vida espectacular haciendo lo que les gusta. Con eso, han conseguido la vida que todo el mundo quiere: Sexo, drogas y Rock & Roll. Pero la gente normal no puede.
Lo que nos llega a nosotros, es algo ficticio. Es narcisista. Tú te identificas con ellos, pero eso no existe. La gente se ve muy reflejada y las industrias discográficas crean productos. El valor que tienen los Rolling Stone es que han sido un producto que ha conseguido perdurar tantos años.
- ¿Crees que hay otro grupo que haya influido de igual manera en la sociedad española?
Ha habido varios. Lo que pasa es que éste, en concreto, ha hecho unas visitas a España que han estado muy marcadas por el cargado nivel sociológico que han tenido siempre. En el 76 vienen y representan la rebeldía. En el 82, la democracia era muy reciente, y con los mundiales España empieza a abrirse. Traer al grupo más importante al Vicente Calderón y llenar dos veces era impresionante.
En el año 1990 ya está todo más asentado, pero todas las visitas han estado definidas por los acontecimientos sociológicos, más que las de ningún otro grupo. Los Beatles llegaron en 1965, pero vinieron, tocaron en Madrid y Barcelona, y ya está.
- ¿Cuánto tiempo tardaste en llevar al papel tantos años de memorias?
Dos años, porque yo tengo un niño que por esa época tenía cuatro años, además de un trabajo a turnos de 24horas. Tenía que sacar hueco de cualquier lado.
- ¿Cómo surge la idea de llevarlo a la editorial?
Es curioso. Yo nunca antes había escrito nada, y entonces empecé a hacerlo e iba por etapas. Me marcaba una meta corta, la conseguía. Así sucesivamente. Una vez estaba hecho el libro, lo llevé a varias editoriales y ésta fue la que me ayudó a la hora de lanzarlo.
- Actualmente, a nivel de influencia mundial, ¿crees que hay algún artista o banda que esté haciendo lo que los Rolling hicieron en su momento?
Creo que no. Hay un defecto muy grande, que espero que algún día acabe. Ahora mismo, lo que está haciendo la gente es dejarse influenciar muchísimo por la industria. La música es un producto y no un arte. La radio-fórmula es lo que la gente escucha.
Al igual que otras artes, si tú quieres aprender, tienes que buscar. Te tienes que molestar en buscarlo y eso a la gente no le gusta. Te pones en tu coche la radio y vas a escucharla misma canción 600 veces. Al final, una porquería de canción termina gustándote.
Eso nunca va a conseguir que exista un grupo como los Stones. En esa época ocurría lo mismo, lo que pasa es que había mayor diversidad de estilos.
- ¿Tienes en mente escribir algo más? ¿Algún tema que te despierte especial interés?
Sí, ahora ya le he cogido el gusto. Lo que pasa es que no tendría nada que ver con música. No lo sé, a lo mejor una biografía, pero nada que ver con la música. No entiendo tanto de otro grupo como para escribir un libro. Se me caería la cara de vergüenza si me dedicara a escribir libros de todos los grupos recopilando datos, simplemente.
- Si tuvieras que recomendar a nuestros lectores un libro, ¿Cuál sería?
No tiene nada que ver con música, pero diría Matadero Cinco, de Kurt Vonnegut. Y si fuera otro que tuviera que ver un poco más, sería del de Ron Wood, Memorias de un Rolling Stone. Es la vida del guitarrista y ahí te das cuenta de lo que es vivir como un verdadero rockero.
- ¿Fue ese libro uno de los que te impulsó a escribir tu obra?
Sí, bueno... Cuando yo estaba escribiendo este libro no existía nada de los Rolling Stones en España. Obviamente, yo me hice con toda la información en hemerotecas, revistas que yo tenía…Y simplemente lo recopile en un libro.
Para un fan, tener la discografía española es lo básico, pues en cada país hay una diferente. Hasta entonces, nunca la había habido. La quise hacer bien, con sus portadas y sus fotografías.
La verdad es que estoy muy orgulloso del libro, ya que la gente entendida en el tema ha hecho muy buenas críticas.